Coche eléctrico: por qué debes tener una póliza de seguro especial

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Prácticamente todas las compañías aseguradoras están lanzando pólizas específicas para coches eléctricos, un mercado en alza, cuyas ventas subieron un 213,58% el pasado mes, de acuerdo a la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). Entre sus servicios destacan la asistencia por fallo de batería, el robo del cable de recarga y otras rarezas que te sorprenderán. Si eres de los que se preguntan por qué debería tener una póliza de seguro especial para vehículos no contaminantes, no dejes de leer.

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La contaminación atmosférica es hoy una de las principales causas de muerte en el mundo, siendo el responsable de la muerte de unas 16 mil personas al año en nuestro país y alrededor de 5,5 millones en todo el mundo, según la OMS. Y es que son muchas las ciudades europeas que exceden sin remedio el límite de 50 microgramos por metro cúbico, con picos de 270 microgramos en zonas de Madrid y de hasta 353 en Sevilla. A nadie debe extrañar que la industria del automóvil se haya interesado por la electrificación de sus últimos modelos y pretenda reducir, si no eliminar, la emisión de gases contaminantes.

En este contexto han surgido no sólo un nuevo segmento en los concesiones sino también un nuevo tipo de consumidor, más comprometido con el medio ambiente y las energías renovables. Tanto es así que el 46% de nuestros conductores estaría dispuesto a abrazar estas tecnologías, como revela la compañía de investigación GfK. Las empresas de seguros no han tardado en reaccionar y hoy disponen de servicios dirigidos al público de los «coches verdes».

Línea Directa, Zurich, Mapfre o Catalana Occidente han lanzado seguros con nombres tan curiosos como ‘Póliza respira’ o ‘Póliza ecológica’. Pero, ¿por qué deberías contratar una póliza de seguro especial?, ¿no serviría acaso cualquiera de las tradicionales?

‘Pérdida’ del cable de carga. Aunque hablamos de un incidente aislado, el robo de cables de recarga podría convertirse en un problema en los próximos años, a menos que las compañías ingenien sistemas antirrobo. Huelga decir que estos dispositivos son vitales para recuperar la autonomía perdida al final del día, por lo que es indispensable disponer de pólizas para vehículos eléctricos que cubran e indemnicen estos percances. El seguro «de toda la vida», claro está, no se haría cargo.

Adicionalmente, vale la pena señalar que estos componentes podrían tener los días contados. Los sistemas ideados por Tesla y Plugless Power permiten recargar las baterías de forma inalámbrica, un paso adelante que solucionaría estos delitos de raíz.

Asistencia en caso de fallo en la batería. Como sucede a veces a los motores diesel e híbridos, la tracción eléctrica experimenta fallos y averías que pueden dejarte en la estacada en el momento más inesperado. Lamentablemente no está claro si los seguros tradicionales disponen o no de cobertura para estos incidentes, pero las pólizas especiales brindan asistencia en carretera desde el kilómetro cero, asistencia sanitaria en caso de accidente e incluso pueden remolcarte hasta el punto de recarga más cercano, si fuera necesario.

Primas más baratas en un futuro. Si bien todavía pertenece al mañana, el coste de las primas promete reducirse en los próximos años. Como consecuencia de la poca autonomía (100-300 kilómetros) y la escasa velocidad (122-200 km/h) de la tracción eléctrica, los factores de riesgo son mucho menores, ventaja que podría sumarse a las claves para alcanzar los ‘cero fallecidos’ en 2020.

Por otra parte, las compañías aseguradoras están dispuestas a «premiar nuestro compromiso con el medio ambiente» con suculentos descuentos, una buena razón para defender nuestro entorno y disfrutar de una conducción más segura. En todo lo demás, puede decirse que estas pólizas no se diferencian gran cosa de las tradicionales e incluyen la mayoría de las garantías corrientes: rotura de lunas, repatriación del vehículo, casos de incendio, cambio de neumáticos en caso de pinchazo, etc. Por otra parte, el precio se fija de acuerdo al historial del usuario, edad y especificaciones del vehículo, como en cualquier seguro.

En la actualidad, uno de los obstáculos insalvables de esta tecnología es el elevadísimos precio de sus modelos —con la notable excepción del Renault ZOE, primer coche eléctrico de autoescuela—, consecuencia de los iones de litio que componen sus baterías. Sin embargo, un estudio de Bloomberg New Energy Finance afirma que los costes se reducirán hasta un tercio, y que en 2040 la tracción eléctrica ocupará más del 30% de las ventas automovilísticas. Unas perspectivas halagüeñas para este ascendente mercado y —lo más importante— para nuestra planeta. ¿Y tú, qué opinas de estas pólizas de seguro?, ¿cómo podrían mejorarse sus servicios? ¡Compártelo con nosotros!

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