El novedoso examen de conducir de 2018 ha sorprendido a propios y extraños, con la incorporación de iniciativas y medidas destinadas a mejorar la preparación de los futuros conductores. Son muchos los usuarios que se pregunta cuáles son los fallos permitidos en el examen práctico de conducir. En las siguientes líneas profundizaremos en el número máximo de errores durante la prueba práctica, así como en los diferentes tipos de faltas que pueden cometerse.

Inmediatamente después de comenzar el examen práctico, todos los aspirantes disponen de 10 puntos. El aprobado o suspenso de esta prueba se determina por el número de puntos que logran conservarse al final de la misma: con 1 punto o más se superaría de la prueba, mientras que los 0 puntos obligan a repetirla.

Los criterios que utilizan los examinadores para restar 1, 5 o 10 puntos son los siguientes: una falta leve conllevaría la pérdida de 1 punto, mientras que una falta deficiente haría lo propio con 5 puntos. Una sola falta eliminatoria ‘sentenciaría’ la prueba, con la pérdida de los 10 puntos al alumno.

¿Cuáles son las faltas leves que debes evitar durante el examen práctico?

Profundizando más en cuáles son los fallos permitidos en el examen práctico de conducir, existen una serie de faltas de tipo leve que conllevarían la pérdida de 1 punto. Si bien no son errores graves ni implican un castigo severo, es recomendable conocerlos en profundidad, para así evitar cometerlos.

En primer lugar, olvidarse de comprobar el estado general del vehículo está considerado como una falta leve, al igual que circular con una postura incorrecta, una regulación incorrecta de los espejos retrovisores o detenerse de forma innecesaria.

Mantener la velocidad correcta es importante, ya que si se reduce en exceso antes de incorporarse a un carril o si se rebasan los límites establecidos en 10 Km/h, el alumno perdería un punto. También es una falta leve disminuir la velocidad con excesiva brusquedad.

De igual forma, comenzar la maniobra de adelantamiento demasiado lejos o demasiado cerca está tipificado igualmente como un fallo leve. En el caso contrario, se perdería igualmente un punto si al ser adelantado se incrementa la velocidad o no se facilita la maniobra al otro conductor.

En los estacionamientos, no dejar el vehículo correctamente aparcado lleva aparejado este tipo de falta, así como descender del vehículo sin prestar atención al tráfico circundante. En los semáforos, una de las faltas leves más comunes consiste en no reducir la velocidad cuando se encuentra en ámbar. A pesar de su peligrosidad, detenerse en un paso de peatones también está tipificado como una falta leve, etc.

¿Y las faltas deficientes y eliminatorias?

Pero las faltas leves no son el ‘peor enemigo’ del aspirante al carnet de conducir. Los fallos eliminatorios se producen cuando se incurre en una falta que pone en peligro la propia seguridad o la del resto de conductores. No hablamos de pequeños errores o descuidos, sino de maniobras con una alta peligrosidad, aunque también podríamos incurrir en este tipo de falta si olvidamos parte del protocolo de seguridad. Un buen ejemplo es olvidarse de ponerse el cinturón de seguridad, un error que además de conllevar infracción en cualquier carretera, implica la pérdida de los 10 puntos del aspirante.

Las faltas deficientes, por su parte, comprenden un espectro mucho más amplio, definiéndose como todas aquellas maniobras que violen manifiestamente el código de circulación y conlleven un cierto grado de peligrosidad: obstaculizar a otros vehículos o viandantes al maniobrar, incorporarse a una vía invadiendo el carril contrario o recorrer marcha atrás más distancia de la permitida.

También se conllevarían una falta deficiente circular a velocidad excesivamente baja o superar la velocidad permitida en más de 20 km/h, así como detenerse sin motivo o negarse a facilitar el paso al resto de vehículos cuando corresponda. Muchos de estos fallos inciden en la misma idea: obstaculizar a otros poniendo en peligro la propia integridad y la del resto de conductores.

¿Cuántos fallos son necesarios para suspender la prueba práctica?

Como venimos avisando, la pérdida de los 10 puntos lleva aparejada la suspensión de la prueba práctica y la necesidad de repetir la misma. No obstante, las posibles combinaciones entre faltas leves y deficientes pueden generar cierta confusión en los aspirantes, y por ello parece conveniente explicar más a fondo los posibles resultados que darían lugar al suspenso.

Mientras que 1 falta eliminatoria dejaría al alumno sin posibilidades de aprobar, se necesitarían al menos 2 faltas deficientes para hacerlo o bien 1 falta deficiente y 5 faltas leves. La acumulación de 10 faltas leves también conllevaría el suspenso.

En vista de lo anterior, no resulta difícil imaginar el nerviosismo de muchos aspirantes ante la posibilidad de cometer algunos de los fallos citados. No obstante, el conocimiento de estos errores incrementará las posibilidades de superar con éxito esta prueba. ¡Ahora es tu turno! ¿Qué opinas de los fallos permitidos durante el examen práctico?, ¿podrías añadir alguna otra información útil? ¡Compártelo con nosotros!