La enseñanza online se consolida a pasos agigantados en casi todos los ámbitos, especialmente en la educación y la formación profesional. Aunque las autoescuelas se han incorporado tardíamente a esta revolución, centros de referencia como Gala o Lara ya utilizan activamente YouTube y otros canales para impartir clases teóricas. Como no podía ser de otra manera, los videotutoriales para aprender a conducir han tenido una excelente acogida entre el público, pero cabría preguntarse hasta qué punto son útiles, rentables y ventajosos. ¿Te animas a descubrirlo?
De acuerdo a las estimaciones de Pons Editorial, menos del 5% de los aspirantes al carnet estudian el examen teórico de forma presencial, como consecuencia del éxito de las clases y videotutoriales online. Y es que en el mundo digital ya abundan canales de YouTube y Vimeo como MiTeorico, Carnet Online o DonCar, que ayudan a aprender a conducir. Incluso centros físicos como las autoescuelas Lara, Castellanos o Gala se han sumado a esta novedosa forma de aprendizaje, también ampliamente extendida fuera de nuestras fronteras: La chaîne du Permis de conduire y Conduite Facile en Francia, The Learner Driving Centre y World Driving en el Reino Unido, Aprende a Conducir en Colombia, Escuela de Manejo Autoklass y AutoDinámico en Mexico, etc.
Claves que explican el ‘boom’ de los videotutoriales para aprender a conducir
El pasado año la DGT dio vía libre a las autoescuelas virtuales, un novedoso sistema de enseñanza que no requiere la presencia física de profesores y alumnos. Entre sus principales herramientas de difusión reconocemos los videotutoriales, que han demostrado ser una excelente forma de aprender a conducir, con un número asombroso de ventajas y unos «peros» insignificantes:
Asequibilidad. Hoy el precio promedio de una matrícula ronda los 900 euros, una cifra que pueden igualar e incluso superar al salario medio de la mayoría de los jóvenes. Los videotutoriales, completamente gratis, permite prescindir de las clases presenciales y del material impreso, que puedan incrementar el precio de la matrícula, algo que ya subrayamos en los pros y contras de las autoescuelas online, ‘low cost’ y tradicionales.
Capacidad. Otro de los puntos fuertes de esta metodología es el número ilimitado de alumnos que pueden acceder a una misma promoción, un plus con el que las autoescuelas físicas nunca podrán competir. De hecho, los postulantes huyen de las aulas «saturadas» con 40 y 50 alumnos, dada la incomodidad y menor atención que reciben. Así pues, prepararse el teórico a distancia beneficia tanto a los alumnos como a los centros.
Flexibilidad y comodidad. No todas las autoescuelas permiten elegir un horario de mañana, de tarde o de noche, siendo impuesto en la mayoría de los casos. Aprender con videotutoriales, en cambio, puede realizarse en cualquier lugar y momento, sin necesidad de desplazarse, lo que se traduce en comodidad. Hablamos además de un servicio «a la carta», ya que los alumnos pueden comenzar con un temario u otro y estudiarlos a su ritmo, sin prisas ni estrés.
No obstante, no es oro todo lo que reluce, pues la despersonalización de la enseñanza vial presenta obstáculos insalvables al docente, que es incapaz de hacer un seguimiento preciso del aprendizaje del alumno, así como de los temarios que requieran una ampliación. Un buen ejemplo son las turborrotondas que todavía no figuran en el código de circulación de la DGT. ¿Y tú, qué opinas de los videotutoriales para aprender a conducir?, ¿dirías que han abierto la puerta del mundo 2.0 a la formación vial o han devaluado su calidad? ¡Compártelo con nosotros!