Otoño es una de las estaciones predilectas de un porcentaje significativo de nuestros conductores. La naturaleza, con su enigmática paleta de colores, aporta a las travesías por carretera una belleza insólita que invita a viajar y a redescubrir este nuevo mundo. Sin embargo, los drásticos temporales, el aquaplaning y otras amenazas que acompaña a estos meses, disparan las cifras de siniestralidad. Por ello, te proponemos una serie de claves para evitar sobresaltos y disfrutar de una conducción más segura.
Puesta a punto, ese gran olvidado. Sabemos que es un apartado habitual pero queremos subrayar una vez más su importancia ante cualquier eventualidad. Lo mejor es llevar el auto a un especialista para que realiza todas las comprobaciones necesarias (limpiaparabrisas, escobillas, luces, líquido de frenos, etc.) y asegurarse así de que todo se encuentra en condiciones óptimas.
Neumáticos preparados para la acción. Como parte de la revisión inicial, comprobaremos el estado de las gomas. Tras un verano de intensa actividad, el compuesto puede presentar un deterioro significativo. La presión, las ranuras o el dibujo general deben estar en condiciones óptimas. De lo contrario, no sólo afectarán a la conducción sino que además podrían participar del temido aquaplanning. También es importante que los neumáticos respondan bien en condiciones extremas, para así evitar posibles sustos (o incluso accidentes) durante las primeras horas de la mañana.
Amenazas meteorológicas. Son la flor y la nata de estos meses y una de las principales causas de siniestralidad. Hablamos de los cambios meteorológicos, una amenaza constante en forma de niebla, ventisca, granizo, nevada y tempestades, a menudo difíciles de prever. Para contrarrestar la naturaleza cambiante, disponer de un parte meteorológico actualizado será nuestro mejor aliado, tanto en las largas como en las pequeñas travesías.
No subestimes el aquaplaning. Imprevisible, difícil de corregir y a veces fatal. Así podríamos definir este peculiar efecto. Se caracterizado por una pérdida total o parcial de la tracción y el agarre y viene producido por el neumático que, incapaz de desalojar el agua presente en el asfalto, se desliza como lo haría un trineo sobre la nieve. En esta situación, es prioritario evitar las frenadas y acelerones dado que agravarían el efecto; pondremos el vehículo en punto muerto y accionaremos las luces de emergencia, para así prevenir a los otros conductores. Como es natural, el desgaste de los compuestos o una incorrecta velocidad pueden forzar la aparición del aquaplaning. Así, la prudencia antes y durante el viaje siempre será una buena compañera.
Atención a la hojarasca. Es el fenómeno más característico de estas fechas, pero su aparente belleza esconde un peligro para los pilotos, dado que las hojas mojadas pueden generar un efecto similar al de la calzada anegada o al mencionado aquaplaning. Contrarrestar este efecto es tan sencillo como efectuar giros con suavidad y circular a una velocidad moderada. Tras un largo trayecto, la hojarasca también podría acumularse en el radiador y otras zonas de ventilación, que deberemos limpiar periódicamente para asegurar la correcta refrigeración del motor.
¡Mucho cuidado con los animales! En esta época del año pierden la vida miles de corzos, perros y jabalíes por atropello, una triste realidad para el reino animal y un gravísimo riesgo para los viajantes. En ocasiones la peligrosidad no reside tanto en el impacto con el animal como en las maniobras de emergencia que se realizan para evitarlo, llegando a ocasionar accidentes multitudinarios. Por ello, no debemos subestimar las señales de paso animal; respetar la velocidad y extremar la precaución en estos tramos puede salvarnos la vida y la de los demás.
Ya lo sabes. El temporal cambiante, el aquaplaning o la fauna hacen de estos meses otoñales una verdadera caja de sorpresas, que sin embargo podemos disfrutar al máximo recordando estas claves. ¡Anímate! ¿Qué te han parecido estos consejos?, ¿añadirías alguno más? ¡Compártelo con nosotros!