El cambio automático ha sabido consolidarse en el mercado español como una poderosa alternativa al tradicional cambio manual. Aunque se incremente el número de conductores que apuestan por esta transmisión, no todos dominan esta relación de marchas en condiciones adversas. De ahí que, en esta época del año, sean muchos los usuarios que se pregunten cómo conducir con nieve un coche automático.

Utilizar el control de estabilidad en nieve del vehículo en cuestión, evitar acelerones bruscos o instalar neumáticos específicos para invierno son algunas de las claves para circular con transmisión automática en superficies nevadas. ¿Te animas a conocerlas en profundidad?

¿Cómo conducir un coche automático sobre nieve?

A diferencia del ABS y otras novedades, el cambio automático encontró dificultades para penetrar en el mercado estadounidense y no digamos en el Europeo. Sus pioneros fueron Cadillac y Oldsmobile, responsables de la introducción en 1939 del Hydramatic de General Motors, el primer cambio automático de la historia.

En la actualidad cada vez son más los vehículos que utilizan esta transmisión, pero su control eficiente en superficies nevadas sigue generando dudas en los usuarios. Si te gustaron estas recomendaciones de la DGT para circular en nieve, las siguientes líneas no te decepcionarán, pues descubrirás una serie de buenas prácticas para conducir con marchas automáticas en estas condiciones adversas:

Interioriza las posiciones de la palanca de cambios

La conducción con nieve de un coche automático pone a prueba las habilidades de los usuarios, y por ello es indispensable haber dominado previamente esta transmisión. Las posiciones de la palanca de cambios son diferentes en un cambio manual y en uno automático. Para quienes llevan toda la vida con el primero, asimilar e interiorizar el segundo puede requerir 1-2 años de práctica diaria.

Las posiciones del cambio automático son las siguientes: (P) Park, empleada para inmovilizar el coche; (R) Reverse, correspondiente a la marcha atrás; (N) Neutral, utilizada para poner el vehículo en punto muerto, y (D) Drive, la posición de conducir propiamente.

Activa el modo nieve o similar

Subaru, BMW, Audi, Mercedes y otras marcas incorporan varios tipos de control de estabilidad en algunos de sus modelos. Para sus monovolúmenes y 4X4 con cambio automático, esta característica es lógica y casi indispensable, pues en determinadas superficies, la distribución por defecto del cambio secuencial puede ser ineficaz.

En carreteras nevadas, por ejemplo, los acelerones pueden evitarse con una distribución más eficiente, algo sólo posible con el Modo Nieve o Modo Invierno, una opción que contribuye a reducir los deslizamientos y mejorar la estabilidad y la tracción y hacer la vida de los conductores más fácil en estas condiciones. Sin lugar a dudas, el uso del Modo Nieve o similar es una respuesta a la cuestión de cómo conducir un coche automático sobre nieve.

Instala neumáticos de invierno

¿Utilizar un neumático all-in-one para todo el año o uno específico para estaciones como el invierno? Para los usuarios más exigentes, esta última es la opción preferencial. GoodYear, Continental, Dunlop, Bridgestone, Michelin y otros fabricantes disponen de compuestos diseñados para los meses invernales. Y es que las bajas temperaturas, las vías heladas o la presencia de acumulaciones de aguanieve exigen una mayor adherencia a los neumáticos, siendo un acierto apostar por este tipo de compuestos.

Evita acelerones y frenazos

Conducir un coche automático sobre nieve requiere un mayor tacto que otras superficies. Además de instalar neumáticos de invierno y activar el Modo Nieve, los usuarios deben mentalizarse para circular de manera suave en condiciones nevadas. Tanto los acelerones como los frenazos se pagan caro en carreteras nevadas, donde el margen para el error (en líneas generales) es sensiblemente menor.

Es recomendable, pues, circular a bajas velocidades, manteniendo una velocidad constante y tocando el freno de manera suave. Incluso su sufrimos un percance, es más fácil enmendar un desastre a bajas que a altas velocidades.

Mentalízate para no tocar el “embrague”

Y si todavía te preguntas cómo conducir con nieve un coche automático, este consejo te será de gran utilidad. El entrecomillado de la palabra ‘embrague’ en el título tiene todo el sentido del mundo, pues las cajas de cambio automático carecen de este componente; en su lugar, incorporan un convertidor de par que conecta el motor a la transmisión.

Pero esto no impide que una parte de los conductores, en situaciones críticas, intenten tocar ese embrague inexistente con el pie izquierdo. Anteriormente se ha mencionado la necesidad de interiorizar las posiciones de la caja de cambios manual; otro tanto puede decirse del ‘embrague’, un pedal que desaparece en esta transmisión. Es necesario, pues, mentalizarse para evitar buscar ese pedal y tocar el freno por error, previniendo así situaciones límite.

Extrema la precaución y anticípate a los incidentes

En puntos anteriores se ha subrayado que la nieve, así como tras condiciones adversas, ponen a prueba la habilidad de los conductores. La explicación es simple: en carreteras nevadas o heladas se necesita una mayor distancia de frenado para detenerse y un mayor espacio para efectuar los giros; la sensibilidad en ambos pedales se incrementa de forma considerable, lo que incrementa el riesgo de sufrir deslizamientos. A esta dificultad añadida se suman las eventualidades (accidentes, árboles tumbados, etc.), que también son mayores en invierno, lo que da lugar a un cóctel peligroso. De ahí que, el margen de los anteriores consejos, sea necesario extremar la precaución al volante en superficies nevadas.

Estas recomendaciones te ayudarán a conducir un coche automático sobre nieve de manera segura y eficiente. ¡Ahora debes pasar a la acción! ¿qué opinas de estos consejos?, ¿podrías añadir alguno más de tu propia cosecha? ¡Compártelo con nosotros!