Pese al descenso de la siniestralidad en nuestras carreteras y la implementación constante de campañas de seguridad, la mortalidad sigue plantando batalla a la DGT, que parece haberse estancado en sus medidas para un sector del público. No son pocas las voces que reclaman el próximo paso a seguir: la inclusión de la Educación Vial en las escuelas públicas, para algunos una asignatura pendiente que merece especial atención. Recientemente un conocido suministrador de neumáticos lanzó una encuesta que ponía de manifiesto la opinión de numerosas autoescuelas y centros educativos al respecto.
Este 14 de mayo el Senado de la República Dominicana aprobó la obligatoriedad de impartir clases de educación en carretera en todos los centros públicos y privados, una hazaña sin precedentes que demuestra la preocupación existente al respecto fuera el marco europeo. Goodyear, en un estudio publicado en diciembre del pasado año, daba a conocer cifras bastante interesantes en el territorio español.
El cuerpo docente de numerosas autoescuelas españolas ha sido uno de los principales encuestados. De acuerdo a las estimaciones de la multinacional estadounidense, el 42% de los profesores afirma que estos conocimientos deberían ser una materia obligada en nuestras escuelas. Más de la mitad apoyaría que se impartiesen a edades más tempranas, para así brindar no sólo un primer contacto con las normas de circulación sino una enseñanza básica de la señalización.
Los padres no han querido ser menos, y un 72% de ellos considera que esta formación es irrisoria en las aulas, tocando muy superficialmente la teoría y dedicando una atención nula a la práctica. Desde la EPA (Asociación Europea de Padres), además, sostienen que la frencuencia y la abundancia de los contenidos deberían aumentar paulatinamente en las diferentes etapas de crecimiento.
Porque la prevención es el mejor aliado contra los accidentes en carretera, otorgar a estos contenidos la misma relevancia que a otras asignaturas es imprescindible para los jóvenes, tanto en calidad de peatones como de futuros conductores. La plataforma ciudadana ‘Ponle Freno’ no sólo respalda esta iniciativa sino que además la considera su «gran causa de 2015», asegurando con determinación que «educar en seguridad vial es educar en valores».
Así las cosas, si concedemos una importancia capital a la convivencia y la ética, ¿por qué no hacer lo propio con la Educación Vial en las escuelas públicas? Aún está por ver qué medidas se tomarán en un futuro o si todo quedará en la anécdota. El tiempo dictará sentencia. ¿Y tú, qué opinas de esta propuesta? ¡Compártelo con nosotros!