La DGT estima que se producirán unos 80 millones de desplazamientos en los meses de verano, lo que sin duda colapsará por momentos las autopistas, carreteras urbanas e interurbanas, incrementando su peligrosidad de forma considerable. Si quieres disfrutar de unas vacaciones inolvidables, no pueden faltar en tu viaje una serie de aliados (descanso, planificación, etc.) que te vamos a descubrir.

8 horas de descanso, o 7 como mínimo, serán imprescindibles antes de comenzar ruta. De lo contrario, tendremos los sentidos embotados, la vista cansada y nos sentiremos agotados a las pocas horas, lo que es habitual cuando se realizan largos viajes inmediatamente después de abandonar el puesto laboral.

La planificación es importante, y en las travesías por carretera se hace primordial para deleitarse con el paisaje y disfrutar a gusto de la conducción, sin molestos contratiempos. De esta manera, recomendamos revisar el estado de las carreteras, posibles atascos, desvíos, cambios meteorológicos y otras eventualidades. Así, evitaremos situaciones de tensión innecesarias e incluso reduciremos el riesgo de siniestralidad.

La revisión inicial debe ser, en estos casos, exhaustiva. En primer lugar, dedicaremos un tiempo a comprobar el estado del vehículo: presión de los neumáticos, aire acondicionado, sistema de frenado, batería, luces, etc. Después, nos cuidaremos de tener la documentación necesaria, como la ITV, el seguro…, además del propio carnet, naturalmente. Por otra parte, si viajas con niños, no olvides las sillas de retención, las medicinas o los pañales.

Algunos accesorios imprescindibles pueden amenizar el viaje, reducir riesgos y mejorar la experiencia. Las gafas de sol, por ejemplo, ayudan eficazmente a combatir los destellos en determinados momentos del día. Los sistema GPS se convertirán en nuestra mano derecho en numerosas ocasiones, y los videojuegos y juguetes mantendrán ocupados a los más pequeños. Adicionalmente conviene disponer de un mapa de carretera actualizado, dado que la cobertura y la batería del ‘smartphone’ pueden jugarnos una mala pasada.

Una buena temperatura ambiente en el interior del vehículo mejorará nuestra concentración. Lo ideal es mantenerla entre los 20 y los 22 grados, y la mejor forma de conseguirlo es evitar las horas de calor extremo. Si no es posible, el aire acondicionado se posiciona como la mejor opción, aunque debemos tener presente que las altas temperaturas hacen un flaco favor a la mecánica del vehículo.

¡Peligros! Podríamos dedicar un artículo entero a este apartado, aunque nos conformaremos con subrayar los más frecuentes. La falta de hidratación, por ejemplo, que atenta contra los reflejos y la visión del conductor. En la medida de lo posible, conviene evitar sustancia estupefacientes (tratamientos, medicación, etc.) y un consumo excesivo de alcohol, recordando la tasa permitida por las autoridades. Circular en horario nocturno, además, incrementa las probabilidades de tener un accidente. Tenlo siempre presente.

Asimismo, se recomienda hacer una pausa de 10-15 minutos cada dos horas, para hidratarse correctamente, mejorar la circulación, descansar la vista e incluso turnarse al volante. Ya lo sabes, con estos consejos podrás disfrutar plenamente de tu escapada veraniega y (lo más importante) regresar sano y salvo. Y es que las mejores vacaciones son las vacaciones seguras.