En la última década se ha incrementado el número de usuarios con permiso de conducir pero que, a falta de vehículo o ciclomotor, carecen de experiencia al volante. Una situación incentivada por la crisis económica y otros factores, que ha dado lugar a una curiosa iniciativa en diversos centros formativos. Hablamos de las Clases de Reciclaje y Perfeccionamiento.
El pasado año la DGT reconoció la necesidad de refrescar conceptos entre los conductores más veteranos, una propuesta interesante que decenas de autoescuelas —Lara, Chaparral, Goya, etc.— han sabido responder con eficacia ofertando una serie de cursos, tanto a nivel teórico como práctico, que tienen como objetivo actualizar la educación vial y, en algunos casos, mejorar las habilidades al volante.
Aunque pueda sorprender, un porcentaje significativo de los titulares de carnet de conducir no sólo carece de vehículo sino que además no acumula más experiencia en su haber que la del examen práctico. Es por ello que las Clases de Reciclaje están dirigidas mayormente a conductores de entre 30 y 40 años, que buscan adquirir destreza y confianza al volante. No debemos subestimar esta última razán, dado que la amaxofobia es un problema común que puede atacar en cualquier momento.
La mayor parte de las autoescuelas cuentan con este servicio, si bien la aplicación del mismo varía en función del centro. Así, podemos encontrar desde clases de 45 minutos por 9,95€, por 32€ o incluso gratuitamente. En este sentido, Murcia fue pionera en 2010 al impartir estos cursos sin coste alguno. Una campaña extraordinaria que presumiblemente no tendrá muchos seguidores si la demanda continúa aumentando y deja de ser una excepción.
Una oportunidad para los más veteranos
Recientemente la Confederación Nacional de Autoescuelas, en colaboración con el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, daba la sorpresa anunciando que más del 96% de los conductores en España no superaría el examen teórico. La señalización, las normas de circulación y otros apartados se renuevan con regularidad, de forma que hasta los más diestros y experimentados al volante reconocen su incertidumbre en determinadas circunstancias, dando lugar en muchos casos a situaciones de conflicto en carretera.
Para llevar un paso más allá la seguridad vial y reducir la siniestralidad, se hace imprescindible una formación constante, debidamente actualizada, que supla todas aquellas asperezas teóricas que puedan surgir. ¿Y tú, qué opinas sobre las clases de reciclaje?, ¿dirías que son el camino a seguir? ¡Compártelo con nosotros!