Si la Dirección General de Tráfico sorprendía a finales de 2017 al anunciar el uso de drones para regular el tráfico, durante los próximos meses será una realidad. Y es que una flota de aeronaves no tripuladas entrará en acción a lo largo de 2019.
Se venía hablando de ello desde hace mucho tiempo, pero todavía no había ninguna fecha marcada. Recientemente la DGT anunció que empezará a utilizar drones para multar a los infractores y a los conductores imprudentes.
Con la inestimable ayuda de esta nueva “arma”, el control del tráfico y la prevención de accidentes será más eficaz. Pero ¿cómo serán los drones utilizados?, ¿dejarán obsoletos a las unidades Pegasus?, ¿qué beneficios específicos aportarán a la seguridad vial?
La DGT utilizará drones para multar en 2019
En los últimos años, las preocupantes estadísticas de fallecidos en carretera en España han precipitado la decisión de la DGT, dispuesta a todo para lograr el objetivo de reducir la siniestralidad en las carreteras españolas (y quién sabe si acercarse a los ‘cero fallecidos’ en 2020).
Es cierto que la introducción de drones para vigilar el tráfico desde el aire ya estaba contemplada en su agenda, pero debido a estas cifras se ha decidido acelerar su implantación.
De este modo, los nuevos drones de la DGT empezarán a surcar los cielos de nuestro país antes de finales de 2019, justo cuatro años después de que se firmara el acuerdo con la empresa española Sistems para empezar a desarrollar un prototipo de avión no tripulado destinado a realizar labores de control de tráfico.
Las grandes ventajas de los estos drones sobre los helicópteros Pegasus, (los cuales, a pesar de todo, la DGT seguirá usando con un equipamiento renovado) son su bajo coste de mantenimiento y su capacidad para volar incluso en las condiciones meteorológicas más adversas. El único inconveniente es su autonomía limitada, aunque es de esperar que ese aspecto será resuelto por la tecnología a medio-largo plazo.
¿Cómo serán los drones de la DGT y qué beneficios aportarán a la seguridad?
Lo cierto es que el uso de drones abre un horizonte lleno de posibilidades para la DGT en lo que al control del tráfico y seguridad vial se refiere.
Una de las ideas que están sobre la mesa es la del desarrollo de un ejército de drones autónomos equipados con radar, un enjambre de pequeños dispositivos volantes indetectables que trabajen de forma coordinada para vigilar, por ejemplo, las salidas de una ciudad o todo el trazado de un determinado tramo de autopista. Estos enjambres podrían cumplir con su tarea sin necesidad de ser manejados por un operador humano.
La efectividad de estos drones para multar será incontestable. Sin duda se trata de un proyecto caro, pero que podría financiarse con el importe de las sanciones que ellos mismos obtengan con su trabajo y por los eventuales beneficios derivados de la venta de esta tecnología a otras agencias de tráfico del resto del mundo.
Si hablamos de eficiencia, los drones pueden cumplir las mismas funciones que realizan actualmente las cámaras fijas (cuyo rango de alcance es limitado) y los helicópteros de control de tráfico (demasiado ruidosos, pesados y caros).
Estos argumentos son definitivos para que la utilización de drones por la DGT se vaya a convertir pronto en una realidad. Además, las experiencias positivas llevadas a cabo en otros países como China, Estados Unidos y sobre todo Francia, refuerzan el acierto de la Dirección General de Tráfico en su decisión.
Francia, un ejemplo a seguir en el uso de drones para mejorar la seguridad vial
En el campo del uso de los drones, la DGT tiene un claro espejo en el que mirarse: Francia. En el país vecino ya en el año 2015 se aprobó un plan de emergencia para reforzar la seguridad vial que incluía el uso experimental de drones.
La gendarmería francesa estuvo utilizando durante dos años dos modelos distintos de dron, uno más ligero y versátil, y otro más robusto. Los resultados fueron más que positivos: se detectaron un gran número de infracciones (sobre todo no respetar las señales de STOP y las distancias de seguridad, usar el teléfono móvil al volante y otras conductas susceptibles de ser sancionadas) que pudieron ser perfectamente registradas y documentadas gracias a las cámaras que incorporan los drones, dotadas de una calidad de imagen suficiente para identificar a los infractores y las matrículas de sus vehículos.
Tal fue el éxito que el Ministerio del Interior francés decidió adoptar las medidas necesarias para sustituir de forma paulatina los helicópteros de control de carreteras por estos nuevos drones, que ofrecen un rendimiento mucho mayor y cuyos costes son considerablemente más bajos.
Parece que nada puede escapar a la mirada vigilante de estos nuevos y sofisticados drones para multar. Es posible que una parte de los conductores perciban su presencia como una amenaza, pero en realidad representan justo lo contrario: los estudios indican que su uso generalizado tendría un impacto positivo en las estadísticas de accidentes en carretera.
Los nuevos drones de la DGT han llegado para velar por nuestra seguridad y para trabajar para acabar con la lamentable lacra de las muertes en la carretera. ¡Ahora es tu turno! ¿Qué opinas de estas aeronaves no tripuladas? ¡Compártelo con nosotros!