Sorprende que más del 80% del alumnado aprueba la prueba teórica, mientras que sólo un 43% consigue superar la práctica, como demostró un conocido estudio de Goodyear. Entre las principales causas destaca una preparación insuficiente, la falta de atención y especialmente los nervios en el examen de conducir. Para superarlos, las plantas medicinales, una correcta mentalización, ser positivo y otros trucos se convertirán en tus grandes aliados al volante. ¡A qué esperas para descubrirlos!

Mentalízate. Para evitar que el nerviosismo se incremente a medida que se acerca la prueba, es importante respirar profundamente y liberar la mente de todas las preocupaciones. Una vez estés calmado, considera que suspender es un desenlace perfectamente natural la primera vez. De hecho, cuatro de cada diez conductores que se presentan al examen práctico suspenden, por lo que no hay nada de malo en ello. Deshazte de pensamientos del tipo “No soy capaz de…”, “Cuánto dinero voy a perder…”, etc.

Consume plantas medicinales. Son notorias las propiedades calmantes y relajantes de la Valeriana, el Ginseng, la Hierbaluisa, la Pasiflora, el Hipérico o la Tila. Aunque no son milagrosas, consumirlas en pastillas o en infusiones, y siempre en cantidades moderadas, te ayudará a controlar los nervios. Por el contrario, desaprobamos completamente el uso de Sumial y otros medicamentos betabloqueantes sin prospecto, por sus muchos efectos secundarios. Como no podía ser de otra manera, conviene olvidarse de la cafeína unos días antes del examen.

Sé positivo. Aprender a conducir no es ninguna prueba de fuego. Contrariamente a lo que piensas, esta experiencia puede ser maravillosa. Es comprensible estar algo inseguro el primer día, pero no tardarás en disfrutar al poner en práctica los conceptos aprendidos. Recuerda siempre que la finalidad es obtener una formación vial sólida; el permiso de conducir no es más que una consecuencia, por lo que limítate a aprender y asimilar conceptos útiles: el aprobado llegará por sí mismo.

Aprovecha las técnicas de relajación. Tan importante como el cuerpo es la mente, y una buena forma de prepararla es poniendo en práctica algunas de los métodos existentes de relajación, ya sean orientales (Tai Chi, Yoga, etc.) u otros menos espirituales y prácticos, como la Relajación Muscular Progresiva (PMR). En cualquier caso, es importante conseguir estabilidad emocional, física y mental antes de examinarse. Steve Jobs se relajaba leyendo al yogui Paramahansa Yogananda; Albert Einstein hacía lo propio con las notas de su violín. ¿Y tú?

¿Nervios o ansiedad? Aunque pueda sorprender, un porcentaje significativo de la población conductora padece amaxofobia (un 33% en 2005, según el Instituto Mapfre de Seguridad Vial). Esta patología actúa de forma similar a otras fobias y se caracteriza por los sudores, dolores estomacales y profunda ansiedad a ponerse al volante. Si te identificas con estos síntomas, no debes alarmarte, dado que el miedo a conducir tiene cura, como demostramos en este post.

Duerme 9-10 horas antes del examen. Descansar, uno de los aliados que no pueden faltarte en vacaciones, es imprescindible para mantener en óptimas condiciones nuestra capacidad de atención, mejorar la memoria y reducir el estrés. Incluso los pilotos profesionales, como el ferrarista Sebastian Vettel, han afirmado dormir hasta 10 antes de cada Gran Premio, en vista de sus muchos beneficios. Por contra, un descanso deficiente reduce nuestra concentración, transtorna el metabolismo y favorece la ansiedad, sin mencionar los peligros añadidos de la somnolencia al volante.

En vista de lo anterior, no hay razón para dejarse llevar por los nervios, ¿verdad? Con todo, el docente debe tener en consideración este factor para así rebajar la tensión si quiere ser un profesor de autoescuela exitoso. ¡Anímate! ¿Te han parecido útiles nuestros consejos?, ¿podrías añadir alguno más de tu propia cosecha? ¡Compártelo con nosotros!