Recientemente la Dirección General de Tráfico reveló unas cifras correspondientes a 2014 que sorprendieron a propios y extraños: 384 millones de euros en multas, es decir, más de un millón de euros al día. Penalizar la infracción de las normas de circulación puede ser un ‘negocio’ muy lucrativo, que en Tráfico se toman muy en serio. Multas a peatones por exceso de velocidad, cinemómetros invisibles o radares con márgenes incorrectos son sólo algunas de las polémicas campañas de la DGT que ayudan a entender recaudaciones tan desorbitantes.
Márgenes incorrectos en los radares. En los últimos años los cinemómetros fijos, móviles y otras clases de radares existentes se han convertido en una pesadilla para los conductores españoles. Pero en 2007, 2013 y 2014 se produjeron irregularidades que colmaron la paciencia de millones de ellos, como consecuencia de la aplicación indebida del margen de error en la velocidad de estos dispositivos, que cosechó miles de multas, según AEA (Automovilistas Europeos Asociados). Si eres uno de los muchos usuarios que han sido penalizado injustamente, no te pierdas estos 5 tips para recurrir una multa de tráfico.
Precaución, amigo peatón. Los viandantes también están en el punto de mira de Tráfico. Desde principios de 2015 se contempla penalizar a los peatones que excedan la “velocidad normal” en las ciudades e imponer test de alcoholemia a quienes transiten de forma incorrecta bajo los efectos de bebidas espirituosas. De hecho, en estas medidas se habla de «conductores que circulen a pie», frase ambigua y oscura donde las haya. Después de esto, sólo queda preguntarse si harán excepciones con los ‘runners’ o se les obligará a emplear velocímetros similares a los del público ciclista para no sobrepasar los límites permitidos. En cualquier caso, la propuesta está sobre la mesa, y es improbable que progrese.
Controvertida misiva a los conductores. En 2013 Tráfico envió alrededor de 13 millones de cartas a conductores con vehículos de más de 10 años de antigüedad, con el único propósito de concienciarles, dado estos modelos multiplican el riesgo de siniestros. Lamentablemente los datos estaban desactualizados, y algunos de los vehículos se encontraban fuera de circulación o sus titulares habían pasado a mejor vida, lo que desató muchísimas burlas en la red: «Acaba de llegar de la DGT una carta en la que dice que el coche de mi padre no pasó la ITV. ¡Ese coche lo tenía de soltero!», señala un usuario de Twitter. Asimismo, esta curiosa iniciativa fue acusada de promover la compra de vehículos y los servicios de mantenimiento automovilístico.
Radares invisibles. El pasado año 50 unidades de Citröen C4 Picasso comenzaron a circular por las carreteras de Castilla y León con cinemómetros indetectables de alta precisión. La controversia estaba servida, dado que la DGT ya prometió dejar de camuflar sus radares móviles. Otra promesa fue la de notificar anualmente la ubicación de todos sus dispositivos de detección, algo que cumplen con meses de retraso —en 2015 fue publicada en mayo—, sospechosamente.
Publicidad ‘impactante’. El escándalo y la provocación son prácticas habituales del marketing para viralizar los ‘spots’ televisivos, y en la DGT lo saben a la perfección. Tanto es así que sus carteles y anuncios publicitarios no tienen reparos en escenificar los accidentes más grotescos, a veces con un amor por el detalle bastante discutible. Nada que ver con las campañas de sensibilización de la década de los 60 y 70: ‘Primero mirar, después cruzar ‘, ‘Atención a todos y a todo’, etc., y otros anuncios amistosos que puedes recordar en el Blog de Balumba.
Así las cosas, no debe sorprendernos que un porcentaje significativo de los conductores se moleste por los aparentes fines recaudatorios de determinadas campañas de la DGT. No obstante, más allá del reverso de la cuestión, es innegable que la mortalidad en carretera ha experimentado un descenso vertiginoso en la última década y que hoy gozamos de mínimos históricos desde 1960, lo que no debemos olvidar. ¿Y tú, qué opinas de estas polémicas campañas?, ¿piensas que el fin justifica los medios o deben mejorarse estas gestiones? ¡Compártelo con nosotros!